Job 7:16
Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre; Déjame, pues, porque mis días son vanidad.
Estamos en una temporada de gozo, pero la depresión ataca a millones de personas durante los días festivos, especialmente a aquellos que viven solos, están afligidos o enfrentan problemas económicos. Los sociólogos nos dicen que los índices de suicidio incrementan 10% durante estas fechas, y los centros de intervención en crisis se saturan de trabajo.
Aun, los héroes de la Biblia sufrieron depresión. Consideremos los salmos de David, el libro de Lamentaciones de Jeremías, el quebrantamiento de Elías y las tribulaciones de Pablo en Troas en 2da de corintios 2:12-13.
El secreto para tener gozo, sin embargo, es aprender a ser controlados por el Espíritu Santo en lugar de serlo por nuestras emociones. El Dr. Martyn Lloyd-Jones escribió: "nuestros sentimientos siempre buscan controlarnos, y mientras no lo comprendamos, sin duda alguna lo harán.
Muchas veces tenemos que predicarnos a nosotros mismos, como el salmista lo muestra en el Salmos 42 que dijo: ¿Porque te abates oh alma mía? Tenemos que levantarnos a nosotros mismos y auto predicarnos. Tenemos que recordarnos que debemos esperar en Dios. Tenemos que citarnos su Palabra, recordar sus promesas, sujetarnos a su autoridad y ser llenos de su Espíritu.
Job no se quedo en depresión. El trabajó a pesar de sus circunstancias, vio al Señor, y fue avivado en el espíritu. ¡Tú puedes hacer lo mismo! "¡El cristiano no tiene que dejarse llevar por sentimientos, cualesquiera que estos sean, nunca!"
Friday, June 2, 2017
Thursday, June 1, 2017
DIOS ACOGE A TODOS
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas 19:10
Quizás muchos de nosotros a veces pensemos: "¿Quién soy yo para que el Señor del universo se preocupe por mí? No tengo ninguna oportunidad; estoy perdido. No soy más que uno entre miles de millones de personas, ¿cómo se va a acordar de mí?". En otros casos parece lo contrario. El orgullo hace que un hipócrita se sienta tan lleno de sí mismo, que se cree capaz de conquistar su salvación por sus propios esfuerzos. En ambos casos, el error es total.
No existe distinción entre personas: ni merecedores, ni indignos. Nadie debe ilusionarse con los méritos propios, porque sólo hay salvación por medio de Cristo. Y nadie debe considerarse tan desgraciado como para no merecer el perdón por sus errores, porque el amor de Dios es tan grande, que alcanza a todos. Verdaderamente hay salvación para todos, pero sólo por medio de Cristo.
ORACIÓN: Señor Jesús, gracias por tu sacrificio por mí. Ayúdame a confiar siempre sólo en ti. Amén.
Quizás muchos de nosotros a veces pensemos: "¿Quién soy yo para que el Señor del universo se preocupe por mí? No tengo ninguna oportunidad; estoy perdido. No soy más que uno entre miles de millones de personas, ¿cómo se va a acordar de mí?". En otros casos parece lo contrario. El orgullo hace que un hipócrita se sienta tan lleno de sí mismo, que se cree capaz de conquistar su salvación por sus propios esfuerzos. En ambos casos, el error es total.
No existe distinción entre personas: ni merecedores, ni indignos. Nadie debe ilusionarse con los méritos propios, porque sólo hay salvación por medio de Cristo. Y nadie debe considerarse tan desgraciado como para no merecer el perdón por sus errores, porque el amor de Dios es tan grande, que alcanza a todos. Verdaderamente hay salvación para todos, pero sólo por medio de Cristo.
ORACIÓN: Señor Jesús, gracias por tu sacrificio por mí. Ayúdame a confiar siempre sólo en ti. Amén.
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