Monday, November 18, 2013
PENSAMIENTO
Después de la resurrección de Jesucristo, Pedro predicó con denuedo y efectuó muchos milagros. Esto demostró vívidamente la fuente y los efectos del poder cristiano. Gracias al Espíritu Santo, el pueblo de Dios recibió poder de manera que pudieron cumplir con su tarea. El Espíritu Santo sigue interesado en dar poder hoy a los creyentes. Debiéramos apelar a El para que nos dé las energías, el valor y el conocimiento para cumplir con nuestro trabajo para Dios. Amén
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