Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. Efesios 1:3
Al llegar al último día del calendario, es bueno que miremos hacia atrás para repasar lo vivido y así reconocer cómo y cuándo estuvo la mano de Dios guiándonos y guardándonos. Así podremos sonreír con júbilo, y decir: ¡Bendito sea Dios!
Una de las profecías sobre el nacimiento del Mesías la encontramos en el libro de Isaías: "Por eso, el Señor mismo les dará una señal: la joven concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel" (Isaías 7:14). El nombre Emanuel significa: ‘Dios con nosotros’.
No podemos negar que Dios estuvo con nosotros en el año que termina. Él envió “la lluvia y el sol” para que la tierra diera fruto, y nos preservó la vida. Muchas son las razones que cada uno de nosotros tiene para decir: ¡Bendito sea Dios!
Pero la bendición más grande que hemos recibido es creer, enseñar y confesar que Dios Padre envió a Jesús para ofrecer su vida santa y justa a cambio de la nuestra pecaminosa y desobediente. Todas las bendiciones que tenemos, y que recibiremos, nacen en el corazón del Padre… pero todas están conectadas a Jesucristo y su obra salvadora.
El acto de amor sublime que comenzó en Belén continuó hasta el Calvario. Cada gota de sangre de Jesús fue derramada para el perdón de nuestros pecados y nuestra salvación. Por Cristo, por la sola gracia, somos herederos del reino de Dios.
ORACIÓN: Padre celestial, con alegría te alabo y con gratitud reconozco que tú perdonaste mis pecados y sanaste mi alma. Ayúdame a contagiar a todos los que me rodean con el gozo de tu salvación. Amén.
Thursday, December 21, 2017
Wednesday, December 20, 2017
JESUS, EL ÚNICO CAMINO A DIOS
Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. - Juan 14:6
‘Todos los caminos conducen hacia Dios.’ Eso es lo que muchos creen hoy en día. Pero, ¿será verdad? Es muy fácil creer que cualquier idea que tengamos de Dios, sumada a ciertos requisitos, pasos y rituales que supuestamente nos acercan cada día más a él, son suficientes para llegar a él y tener su bendición.
Demasiado a menudo pensamos que Dios no sabe todo lo que nos ocurre, o que se hace el ciego y el sordo ante lo que está sucediendo. De alguna manera creemos que somos los dueños de nuestro destino y que podemos hacer nuestro propio camino.
Pero, ¿acaso actuando así hemos encontrado la paz y la felicidad que tanto anhelamos? ¿Acaso hemos resuelto nuestra crisis de identidad y propósito en la vida? Por supuesto que no. Aún con las mejores intenciones, podemos estar sinceramente equivocados.
¿Qué hacer entonces? Necesitamos admitir que nuestros propios esfuerzos, por más nobles y convincentes que sean, no pueden llenar el vacío que tiene nuestra vida. El único que puede, y quiere hacerlo, es Dios.
Es por esta razón que hoy conmemoramos con alegría la Navidad, día en que recordamos y celebramos que Dios envió a su único Hijo Jesucristo a nacer al mundo para rescatarnos, perdonarnos, y restaurarnos, y ser, así, nuestro único camino al Padre. Gracias a su nacimiento, vida, muerte, y resurrección, ahora nuestra vida tiene sentido y razón de ser, y nuestra muerte ha sido conquistada.
ORACIÓN: Jesús amado, te bendecimos y glorificamos, te damos gracias y alabamos por tu nacimiento, muerte y resurrección por nuestro bien. Te pedimos que reines en nuestros corazones, y que seas tú nuestro camino. Amén.
‘Todos los caminos conducen hacia Dios.’ Eso es lo que muchos creen hoy en día. Pero, ¿será verdad? Es muy fácil creer que cualquier idea que tengamos de Dios, sumada a ciertos requisitos, pasos y rituales que supuestamente nos acercan cada día más a él, son suficientes para llegar a él y tener su bendición.
Demasiado a menudo pensamos que Dios no sabe todo lo que nos ocurre, o que se hace el ciego y el sordo ante lo que está sucediendo. De alguna manera creemos que somos los dueños de nuestro destino y que podemos hacer nuestro propio camino.
Pero, ¿acaso actuando así hemos encontrado la paz y la felicidad que tanto anhelamos? ¿Acaso hemos resuelto nuestra crisis de identidad y propósito en la vida? Por supuesto que no. Aún con las mejores intenciones, podemos estar sinceramente equivocados.
¿Qué hacer entonces? Necesitamos admitir que nuestros propios esfuerzos, por más nobles y convincentes que sean, no pueden llenar el vacío que tiene nuestra vida. El único que puede, y quiere hacerlo, es Dios.
Es por esta razón que hoy conmemoramos con alegría la Navidad, día en que recordamos y celebramos que Dios envió a su único Hijo Jesucristo a nacer al mundo para rescatarnos, perdonarnos, y restaurarnos, y ser, así, nuestro único camino al Padre. Gracias a su nacimiento, vida, muerte, y resurrección, ahora nuestra vida tiene sentido y razón de ser, y nuestra muerte ha sido conquistada.
ORACIÓN: Jesús amado, te bendecimos y glorificamos, te damos gracias y alabamos por tu nacimiento, muerte y resurrección por nuestro bien. Te pedimos que reines en nuestros corazones, y que seas tú nuestro camino. Amén.
Sunday, December 17, 2017
REFLEXIÓN
ROMANOS 11:33-36
En medio de todos los preparativos, de toda la ornamentación, y de todas las celebraciones de la temporada navideña, tenemos que apartar un tiempo de quietud para reflexionar en los regalos divinos que cambiaron para siempre el curso del destino humano. Cuando ese pequeño bebé entró en nuestro mundo en Belén, se desató desde el cielo la primera de un raudal interminable de bendiciones.
Nos enfocamos, por lo general, en el regalo del Padre: Él dio a su Hijo para ser el Salvador del mundo (1 Juan 4:14). Pero los tres miembros de la Trinidad tuvieron parte en este despliegue divino de generosidad, que continuará hasta la eternidad. Jesús vino a ofrecer su vida como rescate por muchos, y después de su muerte y resurrección Él y el Padre enviaron al Espíritu Santo para morar dentro de los creyentes para siempre (Marcos 10:45; Juan 14:16; 16:7). El Espíritu, a su vez, da dones espirituales a todos los creyentes y produce su maravilloso fruto en sus vidas (1 Corintios 12:7-11; Gálatas 5:22, 23).
Pero estos regalos divinos no terminan en la tierra. Seguirán en el cielo cuando el Señor juzgue a los cristianos y les recompense por las buenas obras que jamás habrían podido hacer sin el poder de Él (1 Corintios 3:13, 14; Juan 15:5). Todo el mérito y la gloria pertenecen a Cristo, y sin embargo, el Señor cubrirá de alabanzas, por pura gracia, a sus seguidores (1 Corintios 4:5).
Adoramos a un Dios compasivo y generoso. Piense en el derramamiento continuo de bendiciones desde su trono, y pregunte: ¿Cómo responderé hoy? Él no necesita nada de usted, pero quiere ser parte suya no para controlarle sin piedad, sino para mostrarle las "abundantes riquezas de su gracia en su bondad" (Efesios 2:4-7). Él no necesita nada de usted, pero quiere ser parte suya.
En medio de todos los preparativos, de toda la ornamentación, y de todas las celebraciones de la temporada navideña, tenemos que apartar un tiempo de quietud para reflexionar en los regalos divinos que cambiaron para siempre el curso del destino humano. Cuando ese pequeño bebé entró en nuestro mundo en Belén, se desató desde el cielo la primera de un raudal interminable de bendiciones.
Nos enfocamos, por lo general, en el regalo del Padre: Él dio a su Hijo para ser el Salvador del mundo (1 Juan 4:14). Pero los tres miembros de la Trinidad tuvieron parte en este despliegue divino de generosidad, que continuará hasta la eternidad. Jesús vino a ofrecer su vida como rescate por muchos, y después de su muerte y resurrección Él y el Padre enviaron al Espíritu Santo para morar dentro de los creyentes para siempre (Marcos 10:45; Juan 14:16; 16:7). El Espíritu, a su vez, da dones espirituales a todos los creyentes y produce su maravilloso fruto en sus vidas (1 Corintios 12:7-11; Gálatas 5:22, 23).
Pero estos regalos divinos no terminan en la tierra. Seguirán en el cielo cuando el Señor juzgue a los cristianos y les recompense por las buenas obras que jamás habrían podido hacer sin el poder de Él (1 Corintios 3:13, 14; Juan 15:5). Todo el mérito y la gloria pertenecen a Cristo, y sin embargo, el Señor cubrirá de alabanzas, por pura gracia, a sus seguidores (1 Corintios 4:5).
Adoramos a un Dios compasivo y generoso. Piense en el derramamiento continuo de bendiciones desde su trono, y pregunte: ¿Cómo responderé hoy? Él no necesita nada de usted, pero quiere ser parte suya no para controlarle sin piedad, sino para mostrarle las "abundantes riquezas de su gracia en su bondad" (Efesios 2:4-7). Él no necesita nada de usted, pero quiere ser parte suya.
Saturday, December 16, 2017
SABIDURÍA
Dios quiere que su pueblo sea sabio. Dos clases de personas describen dos caminos contrastantes de vida. El necio es terco y malvado que odia o pasa por alto a Dios. El sabio procura conocer y amar a Dios.
Cuando elegimos el camino de Dios, nos garantiza sabiduría. Su Palabra, la Biblia, nos lleva a vivir con rectitud, a tener relaciones adecuadas y a tomar buenas decisiones. Amén
Cuando elegimos el camino de Dios, nos garantiza sabiduría. Su Palabra, la Biblia, nos lleva a vivir con rectitud, a tener relaciones adecuadas y a tomar buenas decisiones. Amén
Friday, December 15, 2017
REFLEXIÓN
Mateo 5:17-20
17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Ora: Padre, por favor muéstrame y corrige aquellos aspectos de mi vida que son contrarios a Tu ley. Y así, Oh Señor, permite que experimente el poder de vivir con y en Tu santa ley, en una forma que ejemplifique Tu gracia y agrade a Tu corazón. ¡Amén y amén
17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Ora: Padre, por favor muéstrame y corrige aquellos aspectos de mi vida que son contrarios a Tu ley. Y así, Oh Señor, permite que experimente el poder de vivir con y en Tu santa ley, en una forma que ejemplifique Tu gracia y agrade a Tu corazón. ¡Amén y amén
Friday, December 8, 2017
REFLEXIÓN
Job 9:20-22
30 "Si yo me justificare, me condenaría mi boca; Si me dijere perfecto, esto me haría inicuo.
21 Si fuese íntegro, no haría caso de mí mismo; Despreciaría mi vida.
22 Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume.”
"Si yo me justificare, me condenaría mi boca". Job estaba diciendo: "A pesar de mi vida recta, Dios está determinado a condenarme." Conforme continuaba su sufrimiento, se volvía más impaciente.
Aunque Job permaneció leal a Dios, hizo declaraciones que más tarde lamentaría. En tiempos de enfermedades prolongadas o mucho dolor, es natural que las personas duden, se desalienten o se vuelven impacientes. En esos momentos, necesitan a alguien que los escuche, que los ayude a elaborar sus sentimientos y frustraciones. Su paciencia ante la impaciencia de ellos les ayudará. Amén
30 "Si yo me justificare, me condenaría mi boca; Si me dijere perfecto, esto me haría inicuo.
21 Si fuese íntegro, no haría caso de mí mismo; Despreciaría mi vida.
22 Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume.”
"Si yo me justificare, me condenaría mi boca". Job estaba diciendo: "A pesar de mi vida recta, Dios está determinado a condenarme." Conforme continuaba su sufrimiento, se volvía más impaciente.
Aunque Job permaneció leal a Dios, hizo declaraciones que más tarde lamentaría. En tiempos de enfermedades prolongadas o mucho dolor, es natural que las personas duden, se desalienten o se vuelven impacientes. En esos momentos, necesitan a alguien que los escuche, que los ayude a elaborar sus sentimientos y frustraciones. Su paciencia ante la impaciencia de ellos les ayudará. Amén
Wednesday, December 6, 2017
SUPERVIVENCIA
Un hombre cayó en un pozo; pero por más esfuerzos que hacía, no lograba salir de él, y comenzó a pedir auxilio. Los que pasaban por allí, al escuchar sus gritos se asomaban para ver qué sucedía, y desde arriba cada uno aconsejaba al hombre de manera diferente.
Una persona SUBJETIVA se acercó y dijo: “Me identifico con tu situación”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Una persona OBJETIVA se acercó y dijo: “Es lógico que alguien haya caído ahí dentro”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un MATEMÁTICO se acercó y calculó cómo se había caído en el pozo
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Una persona AUTOCOMPASIVA se acercó y dijo: “No es nada comparado con mi pozo”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Una persona OPTIMISTA se acercó y dijo: “Las cosas podían estar peor”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Una persona PESIMISTA se acercó y dijo: “Las cosas van a empeorar”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un FARISEO se acercó y dijo: “Solo la gente mala cae en un pozo”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un FUNDAMENTALISTA se acercó y dijo: “Merece estar en el pozo”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un OPORTUNISTA se acercó y preguntó: ¿Cuánto estas dispuesto a pagar por salir?
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un ANALISTA se acercó y dijo: A lo mejor es culpa de tus padres que estés ahí.
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un PERIODISTA se acercó y quería la historia exclusiva del pozo
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un FÍSICO se acercó, midió la altura y dijo: “la caída ha durado, exactamente, tantos segundos”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un RECAUDADOR DE IMPUESTOS se acercó y preguntó si estaba pagando los impuestos del pozo
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un CARISMÁTICO se acercó y dijo: “Sólo confiesa que no estás en el pozo.”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
JESÚS, viendo al hombre, lo tomó de la mano y LO SACÓ del pozo.
El amor de Dios habla mucho mas fuerte que cualquiera de las teorías humanas que hay en la tierra.
Una persona SUBJETIVA se acercó y dijo: “Me identifico con tu situación”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Una persona OBJETIVA se acercó y dijo: “Es lógico que alguien haya caído ahí dentro”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un MATEMÁTICO se acercó y calculó cómo se había caído en el pozo
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Una persona AUTOCOMPASIVA se acercó y dijo: “No es nada comparado con mi pozo”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Una persona OPTIMISTA se acercó y dijo: “Las cosas podían estar peor”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Una persona PESIMISTA se acercó y dijo: “Las cosas van a empeorar”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un FARISEO se acercó y dijo: “Solo la gente mala cae en un pozo”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un FUNDAMENTALISTA se acercó y dijo: “Merece estar en el pozo”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un OPORTUNISTA se acercó y preguntó: ¿Cuánto estas dispuesto a pagar por salir?
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un ANALISTA se acercó y dijo: A lo mejor es culpa de tus padres que estés ahí.
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un PERIODISTA se acercó y quería la historia exclusiva del pozo
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un FÍSICO se acercó, midió la altura y dijo: “la caída ha durado, exactamente, tantos segundos”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un RECAUDADOR DE IMPUESTOS se acercó y preguntó si estaba pagando los impuestos del pozo
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
Un CARISMÁTICO se acercó y dijo: “Sólo confiesa que no estás en el pozo.”
Pero no hizo nada para sacar al hombre del pozo.
JESÚS, viendo al hombre, lo tomó de la mano y LO SACÓ del pozo.
El amor de Dios habla mucho mas fuerte que cualquiera de las teorías humanas que hay en la tierra.
TIEMPO DE CALMAR LOS VIENTOS Y LA TEMPESTAD
Estás en un tiempo de unción fuerte sobre tu vida. Hay llamado sobre ti para que te muevas con autoridad aún sobre los vientos y sobre la tempestad. Estás moviéndote adelante hacia tierras donde usaré tu vida para traer salvación y victoria sobre ciudades y sobre naciones, pero debes usar la autoridad que te estoy dando para que todo viento contrario que quiera detenerte e impedir que cumplas con tu asignación sea calmado y que dichos vientos más bien te aceleren y te ayuden a llegar más rápidamente a tu lugar de destino.
El enemigo está levantando tempestades que amenazan tu vida, pero háblale a la tempestad y ordénale que se calme y que ya no levante olas amenazantes que te puedan destruir. Usa la autoridad que te he dado sobre los aires y las aguas, dice el Señor.
Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Marcos 4:36-40
El enemigo está levantando tempestades que amenazan tu vida, pero háblale a la tempestad y ordénale que se calme y que ya no levante olas amenazantes que te puedan destruir. Usa la autoridad que te he dado sobre los aires y las aguas, dice el Señor.
Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Marcos 4:36-40
ESTEMOS PREPARADOS
“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” Mateo 25:13
Nadie sabe la hora del regreso de Cristo. Debemos vivir en forma sobria y santa, y siempre atentos a su venida. Los creyentes no deben desatender sus responsabilidades diarias, sino que siempre deben trabajar y vivir para agradar al Señor.
El evangelio no es sólo lo que creemos sino también lo que debemos vivir. El Espíritu Santo no guía en fidelidad, de modo que podamos evitar la lujuria y el engaño. Viva como si esperara el regreso de Cristo en cualquier momento. Que no lo tome desprevenido. Amén
Nadie sabe la hora del regreso de Cristo. Debemos vivir en forma sobria y santa, y siempre atentos a su venida. Los creyentes no deben desatender sus responsabilidades diarias, sino que siempre deben trabajar y vivir para agradar al Señor.
El evangelio no es sólo lo que creemos sino también lo que debemos vivir. El Espíritu Santo no guía en fidelidad, de modo que podamos evitar la lujuria y el engaño. Viva como si esperara el regreso de Cristo en cualquier momento. Que no lo tome desprevenido. Amén
REFLEXION
Marcos 8:34-37
34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”
35 “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.”
36 “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”
37 “¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
Oración: Jesús, Maestro, no quiero dolor y tampoco lo elijo. Sin embargo quiero seguirte ante todo cueste lo que cueste, y por ello es que acepto esa parte del trato que es el dolor, pero te pido que, cuando pase por él, que pueda tener siempre el gozo de Tu presencia y el conocimiento de la paz eterna y la libertad que viene de tí. Jesús, Maestro, no quiero dolor y tampoco lo elijo. Pero sí Te elijo a Ti, ¡cueste lo que cueste! Amén.
34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”
35 “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.”
36 “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”
37 “¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
Oración: Jesús, Maestro, no quiero dolor y tampoco lo elijo. Sin embargo quiero seguirte ante todo cueste lo que cueste, y por ello es que acepto esa parte del trato que es el dolor, pero te pido que, cuando pase por él, que pueda tener siempre el gozo de Tu presencia y el conocimiento de la paz eterna y la libertad que viene de tí. Jesús, Maestro, no quiero dolor y tampoco lo elijo. Pero sí Te elijo a Ti, ¡cueste lo que cueste! Amén.
PRIORIDADES CORRECTAS
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:2
¿Dónde están sus prioridades? ¿Se está concentrando en las cosas de este mundo o en las cosas espirituales? ¿Si Cristo viniera mañana se estropearían los planes de usted? Lamentablemente, muchos cristianos esperan que Él no se aparezca por algún tiempo.
¡Qué comentario tan triste! Si prefiere estar en la tierra que estar en el glorioso hogar de Cristo en el cielo, entonces usted no ama su venida. Dios se aflige cuando no vivimos esperando su gloriosa presencia y estamos más interesados en las cosas efímeras de este mundo.
¿Dónde está su corazón? Es tiempo de hacer un examen minucioso de sus prioridades. Cuando verdaderamente se está agradecido por la salvación que Dios ha dado, se vive con la esperanza de la plenitud de esa salvación aun por venir. Haga suyo el deseo de Juan: "Sí, ven, Señor Jesús" (Apocalipsis 22:20).
¿Dónde están sus prioridades? ¿Se está concentrando en las cosas de este mundo o en las cosas espirituales? ¿Si Cristo viniera mañana se estropearían los planes de usted? Lamentablemente, muchos cristianos esperan que Él no se aparezca por algún tiempo.
¡Qué comentario tan triste! Si prefiere estar en la tierra que estar en el glorioso hogar de Cristo en el cielo, entonces usted no ama su venida. Dios se aflige cuando no vivimos esperando su gloriosa presencia y estamos más interesados en las cosas efímeras de este mundo.
¿Dónde está su corazón? Es tiempo de hacer un examen minucioso de sus prioridades. Cuando verdaderamente se está agradecido por la salvación que Dios ha dado, se vive con la esperanza de la plenitud de esa salvación aun por venir. Haga suyo el deseo de Juan: "Sí, ven, Señor Jesús" (Apocalipsis 22:20).
REFLEXION
Salmos 51:10
"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí.”
Después que David pecó y cometió el terrible hecho de adulterar, él dijo en Salmos 51:3: “Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.”
¿Puede imaginarse lo que sería si su pecado estuviera “siempre” delante de usted? El hecho estaría resonando en su conciencia por siempre. Verá, la conciencia es un Juez Interno que Dios ha puesto en usted que le acusa o excusa. No puede hacer que usted haga lo correcto, pero le muestra lo que es bueno y lo que es malo. Y cuando su conciencia está en paz,usted tiene una Libertad tremenda. Una buena conciencia hará por usted lo que un sedante para dormir nunca podría hacer.
¿Qué es lo que su conciencia le está diciendo en esta mañana?
¿Está usted en PAZ con Dios?
"Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí.”
Después que David pecó y cometió el terrible hecho de adulterar, él dijo en Salmos 51:3: “Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.”
¿Puede imaginarse lo que sería si su pecado estuviera “siempre” delante de usted? El hecho estaría resonando en su conciencia por siempre. Verá, la conciencia es un Juez Interno que Dios ha puesto en usted que le acusa o excusa. No puede hacer que usted haga lo correcto, pero le muestra lo que es bueno y lo que es malo. Y cuando su conciencia está en paz,usted tiene una Libertad tremenda. Una buena conciencia hará por usted lo que un sedante para dormir nunca podría hacer.
¿Qué es lo que su conciencia le está diciendo en esta mañana?
¿Está usted en PAZ con Dios?
LAS BENDICIONES POR LA OBEDIENCIA; LAS CONSECUENCIAS POR LA DESOBEDIENCIA
DEUTERONOMIO 28:1-46
Moisés les dio a los israelitas un relato de las bendiciones que el pueblo iba a recibir: «Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos Sus mandamientos que yo te prescribo hoy . . . Te abrirá Jehová Su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en Su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos» (Deuteronomio 28:1,12). Los israelitas podían escoger entre vivir tal y como Su Palabra les dirigía y gozarse de las bendiciones del Señor o rechazar Su Palabra, así como sus padres habían hecho, y habían sufrido las consecuencias. Moisés además les advierte: «Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Jehová te herirá . . . y te perseguirán hasta que perezcas. . . . no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve» Deuteronomio 28:21-22,29).
Hay casi cuatro veces más versículos en la Biblia que nos amonestan sobre las maldiciones por la desobediencia, que sobre las bendiciones por hacer el bien. La conclusión es bien evidente en la Palabra de Dios, pues cada pecado tiene su consecuencia y definitivamente así es. Sin embargo, este hecho se puede usar impropiamente, tal y como en el caso de los discípulos de Jesús cuando le preguntaron: «Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él» (Juan 9:2-3). Lo que parecía una maldición, llegó a ser una bendición, pues trajo a este hombre a su Salvador.
Esto nos muestra que no todas las desgracias son el resultado del pecado, y que no todas las riquezas y la buena salud son necesariamente las bendiciones de Dios. Consideremos el ejemplo del joven rico quien escogió quedarse con todas sus riquezas, pero perdió la oportunidad de negarse a sí mismo y llegar a ser un discípulo (seguidor) de Jesús.
La victoria sobre nuestros «gigantes cananeos» de hoy en día ; los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida» (I de Juan 2:16) se obtiene, no por nuestras habilidades, pero por nuestro compromiso en cumplir la voluntad de Dios. El poder de la victoria se encuentra cuando cooperamos con el Espíritu de Cristo, quien mora en nosotros. Así como el apóstol Pablo nos reveló: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13.
Moisés les dio a los israelitas un relato de las bendiciones que el pueblo iba a recibir: «Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos Sus mandamientos que yo te prescribo hoy . . . Te abrirá Jehová Su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en Su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos» (Deuteronomio 28:1,12). Los israelitas podían escoger entre vivir tal y como Su Palabra les dirigía y gozarse de las bendiciones del Señor o rechazar Su Palabra, así como sus padres habían hecho, y habían sufrido las consecuencias. Moisés además les advierte: «Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Jehová te herirá . . . y te perseguirán hasta que perezcas. . . . no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve» Deuteronomio 28:21-22,29).
Hay casi cuatro veces más versículos en la Biblia que nos amonestan sobre las maldiciones por la desobediencia, que sobre las bendiciones por hacer el bien. La conclusión es bien evidente en la Palabra de Dios, pues cada pecado tiene su consecuencia y definitivamente así es. Sin embargo, este hecho se puede usar impropiamente, tal y como en el caso de los discípulos de Jesús cuando le preguntaron: «Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él» (Juan 9:2-3). Lo que parecía una maldición, llegó a ser una bendición, pues trajo a este hombre a su Salvador.
Esto nos muestra que no todas las desgracias son el resultado del pecado, y que no todas las riquezas y la buena salud son necesariamente las bendiciones de Dios. Consideremos el ejemplo del joven rico quien escogió quedarse con todas sus riquezas, pero perdió la oportunidad de negarse a sí mismo y llegar a ser un discípulo (seguidor) de Jesús.
La victoria sobre nuestros «gigantes cananeos» de hoy en día ; los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida» (I de Juan 2:16) se obtiene, no por nuestras habilidades, pero por nuestro compromiso en cumplir la voluntad de Dios. El poder de la victoria se encuentra cuando cooperamos con el Espíritu de Cristo, quien mora en nosotros. Así como el apóstol Pablo nos reveló: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13.
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