Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios. 1 Juan 3:21
Un hombre se estaba vistiendo en su recámara, mientras su esposa conversaba con una amiga en la sala. Él llamó a su esposa y le preguntó: “Querida, ¿crees que esta camisa está limpia como para ponérmela?” Sin pensarlo ella respondió: “No.” Él le dijo: “¿Cómo sabes que no está lo suficientemente limpia para ponérmela si ni siquiera viniste a verla?” Ella le contestó: “Si tuviste que preguntarme, es porque está sucia.”
Cuando usted se pregunta si debería hacer algo o no, entonces mejor no lo haga.
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