1 Corintios 10:13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
En algún nivel - grande o pequeño, la mayoría de nosotros podemos relacionarnos con Job que se despertó en lo que parecía un día normal y que su mundo cambio radicalmente. En un día sus hijos, su ganado y sus siervos habían desaparecido. Poco después, se le permitió al diablo robarle su salud. Una vida de trabajo duro, amor, cuidado y sacrificio fue arrancado de su alcance en un instante.
¿Qué habrías hecho? ¿Habrías sido tentados a maldecir a Dios, o a amargarse, o a buscar venganza? ¿Cómo manejas el dolor cuando aparece en tu puerta? ¿Te acercas más a Dios o te retiras y te preguntas por qué te pasan cosas malas? En 1 Corintios 10:12 dice: "... cuando somos tentados a hacer tales cosas, Dios provee una vía de escape".
Si nuestra fe puede resistir, Dios tiene un plan para consolarnos. En Jeremías 29, el Señor dice que Él tiene un plan para darnos una esperanza y un futuro. Cuando nuestro mundo se derrumba a nuestro alrededor, nos resulta difícil creer que las cosas van a mejorar. La vida como la conocemos parece estar terminada, pero no es así.
A veces la vida sólo llega a nosotros de esa manera - sin advertencias, sin cinco millas de ventaja, sólo con la vida. Pero cuando miramos el panorama y nos damos cuenta de que Dios se preocupa por nosotros, debemos reconocer que El es más grande que nosotros, y que la vida no es realmente todo acerca de nosotros. En pocas palabras, servimos a un Dios maravilloso.
Amado Dios, te agradezco por tu cercanía que me protege y me mantiene a través de las tormentas de la vida. Amén.
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