REFLEXIONES

La oración es la franca admisión de que sin Cristo no podemos hacer nada. Y la oración es el alejamiento de nosotros mismos para acercarnos a Dios con la confianza de que Él proveerá la ayuda que necesitamos. La oración nos hace humildes como necesitados y exalta a Dios Todo Poderoso.
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Dios vino a vivir en mi corazón. Imaginate que te invitan a vivir en una casa, pero te dan una habitación llena de cosas viejas y de basura...¿Te sentirías felíz y cómodo? Igualmente, cuando el Espíritu Santo viene a tu corazón, Él te va a pedir que hagas una limpieza de pecados y cosas viejas. ¡ Ayúdalo! ¡Sé lleno del Espíritu Santo!
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La regla de oro para la comprensión de los asuntos espirituales no es el intelecto, sino la obediencia. Cuando obedecemos, aceptamos el propósito de Dios en nosotros.