¿Habrá un mandamiento más difícil que el amar a nuestros enemigos?
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. Mateo 5:43,44.
No tan solo tolerarlos o hacer algo bueno por ellos, sino amarlos. A esa gente repugnante, cruel, odiosa… ¡de ninguna manera!
El primer paso para amar a nuestros enemigos, es orar por ellos (por supuesto no por su humillación o destrucción). Y cuando ores por las actitudes y comportamientos de tus enemigos, ora de igual manera por los tuyos. De esta forma si tus oraciones no logran cambiar las actitudes y comportamientos de tus enemigos, por lo menos, cambiaran los tuyos. Y cuando experimentes cuán difícil es amar a la gente que no merece ser amada, podrás valorar como nunca antes el Amor de Dios.
Los enemigos no nacen, se hacen.
Me encanta, muy sabias palabras Que Dios te bendiga
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