El amor de Dios por nosotros es tan grande, que hasta nos enseño como debemos orar. Así que en esos días cuando no estés seguro de que decirle a tu padre, abre tu Biblia y usa el" modelo" que nos enseñó Jesús. Mejor aún, memoriza esta oración (si es que no lo has hecho).
Debes tener cuidado de que las palabras no se conviertan en una rutina, en un ritual o que pierdan su significado. Después de orar varias palabras, piensa en su significado. Y responde la siguiente pregunta:"¿Fue sincera mi oración?" Si la respuesta es "no", vuelve a orar las mismas palabras otra vez. Otra manera de mantener fresca y vibrante la oración del Padre Nuestro en tu vida, es leyéndola o memorizándola en diferentes versiones de la biblia.
Que la oración del Padre Nuestro se convierta en tu oración también.
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