Los señores lo encontraron en las afueras de una taberna; descuidado, sucio y andrajoso. El menosprecio por el poeta Nicaragüense se hizo sentir, pero a cambio, el soltó este poema:
Puede una gota de lodo sobre un diamante caer,
Puede también de este modo su fulgor oscurecer.
Pero, aunque el diamante todo esté de fango lleno
El valor que lo hace bueno no ha de perder ni un instante.
Y ha de ser siempre diamante por más que lo manche el cieno.
Eso precisamente hace la palabra de Dios en nuestras vidas. El diablo se encarga de manchar a los hombres, pero Dios con su palabra se encarga de limpiar el cieno de nuestras vidas para que quede a la vista el diamante que hay en nosotros.
1 Juan 2:1-2 "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo."
Juan 15:3 "Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado."
Así que: La próxima vez que Satanás quiera echarnos lodo encima, recordemos que la palabra de Dios nos limpia.
—Tomas Romero Tolentino
No comments:
Post a Comment
Gracias por visitarnos. Sigue visitando la página e invita a otros a visitarla también. Dios le bendiga.
Note: Only a member of this blog may post a comment.