El CABALLO HERMOSO

Un caballo salvaje comenzó a sentir envidia de las zebras que son, naturalmente, bendecidas con hermosas rayas negras en todo el cuerpo. El caballo pasó noches en vela meditando acerca de un método para ser decorado con rayas hermosas como una zebra. Él buscó el consejo de un mono que era el mejor erudito, artista y esteticista de la selva. El mono se llevó al caballo a un lugar donde un incendio había quemado varios árboles. Uso los trozos de carbón de la madera quemada, el mono pintó rayas finas en el cuerpo del caballo. El caballo feliz agradeció el mono y se unió a un grupo de zebras que lo aceptaron sin duda. Cuando estaban a pastando juntos, comenzó una fuerte lluvia.

La "zebra pintada" ahora tenia un gran problema. Las rayas de carbón se disolvieron en la lluvia y crearon un desastre sucio en su cuerpo. Las rayas perdieron su contorno. Las zebras lo rechazaron. El caballo se escapó con su cuerpo desfigurado. Llegó a sus propios parientes que eran reacios a aceptarlo al verle su aspecto extraño. Abatido y deprimido, se acercó al mono que creó las rayas y le pidió poner fin a su miseria. El mono le llevó a un arroyo y le lavó el cuerpo, frotando duro con una cáscara de un coco. Después de haber restaurado su aspecto natural, el caballo vio su apariencia en el agua quieta. Se dijo a sí mismo: "Yo soy muy hermoso!"

Cada uno de nosotros hemos sido bendecidos con una forma única y apariencia única. Debemos estar dispuestos a aceptar los dones de Dios, en vez de preocuparse por nuestra apariencia. 

Comparando nuestras características con las de los demás y tratando de imitar a los demás generando preocupaciones innecesarias. Demos gracias Dios por sus generosos regalos. Ese es el camino de la paz y el progreso.

Cuando Dios creó este mundo, todo lo hizo hermoso. Además, nos dio la capacidad de entender que hay un pasado, un presente y un futuro. Sin embargo, no podemos comprender todo lo que Dios ha hecho. Eclesiastés 3:11