EL SALVADOR

Un niño amaba a todos los animales y tenía un afecto especial por las diminutas hormigas. Él solía pasar mucho tiempo observando el movimiento y la forma de vida de las hormigas.

Un día vio un ejército de hormigas marchando por un camino y estaba preocupado de que pudieran quedar aplastados por los peatones y vehículos. Él trató de salvar a las pobres hormigas por medio de gritos de su voz, pero no pudo cambiar el rumbo de su migración. Él sabía que las hormigas no podían entender sus palabras.

Él pensó profundamente y dijo a su padre: "Si hubiera una manera de nacer como una hormiga, así pudiera hablar con estas pobres criaturas en su propia lengua y convencerlos del peligro inminente de cruzar la carretera y así salvarlos." El padre estuvo de acuerdo con él y le explicó el amor infinito de Dios hacia el hombre que envió a su Hijo a nacer como un bebé, vivir con nosotros, morir por nosotros y así salvarnos del pecado y de Satanás.

El niño tenía razón en su opinión de que la única manera de comunicarse con las hormigas había de nacer como una hormiga, vivir con ellos y amarlas. Un salvador debe identificarse con la especie para poder salvarla. Sí, Dios se hizo hombre para comunicarse con nosotros y salvarnos.

El apóstol Pablo enseña en Filipenses 2:5-8; 
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 

6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

El Dios del universo entero dejó su morada celestial, y gloria y fue concebido milagrosamente en el vientre de María, desarrollado como todo ser humano y nació como un bebé que llora en un pesebre en Belén de Judea.

Había muchas maneras diferentes que Dios pudo haber utilizado para salvarnos. En su infinita sabiduría, Dios escogió para salvarnos a través de su nacimiento, vida, predicación, el sufrimiento, la muerte y la resurrección. Dios llevó a cabo la salvación del hombre por su encarnación.

El apóstol Juan resume este misterio con estas palabras: Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14

Jesús Se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios.