EL PERRO EN LA PUERTA

John Baillie narró la historia de un paciente gravemente enfermo que fue llevado a un hospital. El médico lo examinó en detalle y por la expresión facial del médico el enfermo pudo deducir que él se acercaba a su fin. Le preguntó al médico con miedo, "Ahora, ¿qué puedo hacer yo?"

De pronto, el médico escuchó los sonidos de golpes y arañazos en la puerta cerrada de la habitación. "¿Quién está ahí?", Preguntó el doctor. El paciente respondió: "Es mi perro, doctor. Él sabe que estoy aquí. Él hace estos sonidos en un intento de llegar a mí. "El doctor se le iluminó su mente por este incidente. Él aconsejó a el paciente moribundo, "Eso es exactamente lo que usted también debe hacer. Nuestro objetivo final en la vida es llegar a nuestro Padre Celestial. Prepárese para ese inevitable viaje.

El perro impaciente nos enseña una gran lección. Nuestra actitud durante la vejez y la enfermedad no debe ser de la depresión o la preocupación. Debemos darnos cuenta de que estamos avanzando para la reunion con Nuestro Hacedor que nos dará la bienvenida en el cielo. En este viaje, no podemos llevar con nosotros ninguna posesión terrenal, excepto nuestras virtudes.

EL CAMINO DEL HOMBRE CONDUCE A UN CALLEJÓN SIN ESPERANZA, MIENTRAS QUE EL CAMINO DE DIOS CONDUCE A UNA ESPERANZA SIN FIN.

John Baillie (1886-1960) fue un reconocido teólogo escocés. Escribió libros populares en teología incluyendo "Una fe razonada", "Invitación al peregrinaje", "El Lugar de Jesús en el cristianismo moderno", "La devoción cristiana" y "El diario de Oración privada".