VALIOSO DIAMANTE PERDIDO

Un joven que decidió abandonar su patria para irse a otro país en busca de fortuna, vendió todo lo que tenía y lo invirtió en un valioso diamante. Pensó que al llegar podría venderlo y con su aporte vivir en lo que encontraba trabajo.

Hallándose aburrido en la cubierta del barco en que venía, sacó el diamante de su bolsillo y lo lanzó al espació. Admirado por la espléndida brillantez que la preciosa joya exhibió al ser acariciada por los rayos del sol, siguió lanzándola cada vez más alto.  Alguien se le acercó y le amonestó sobre el riesgo que se estaba corriendo.

No es riesgo alguno, replicó el joven, soy un experto en este ejercicio. Sonriente continuo lanzándolo y volviéndolo a recibir en su mano.

De pronto la sonrisa se tornó en una expresión de angustia. La prenda, en vez de recibirla en su mano, salpicó en el agua del océano.

El joven de este relato es tipo de ti. La prenda preciosa es tu alma, que vale más que todos los tesoros del mundo, y la cual lanzas diariamente  en el  espacio del tiempo de tu vida. La Sagrada Escritura compara el alma con una joya preciosa y luego pregunta: "¿Qué aprovechará el hombre, si ganaré todo el mundo,  y perdiere su alma?"

Solamente hay un medio de asegurar tu alma para que no la pierdas. La Santa Biblia dice: "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. Hechos 16:31

Porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en quien podamos ser salvos". Hechos 4:12