EL PAN DE CADA DÍA

Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.  Juan 6:34 

Esa fue una buena oración. Es justo la oración para cada uno de nosotros, ¡todos los días! Pero las personas que lo hicieron en primer lugar, no sabían lo que estaban pidiendo.

Es a menudo en nuestra oración, que tenemos una tenue y resplandeciente visión de algo muy hermoso; pero es sólo una visión sombría para nosotros. Lo que pensamos que queremos, no es  todo lo que Dios tiene en mente en su promesa hacia nosotros.

Él quiere darnos algo más digno, pero tenemos en nuestra mente el pensamiento de algo material y terrenal. Es por eso que tenemos un intercesor que nos ayuda como pedir todas nuestras peticiones, para que esas peticiones se puedan aprobar, nuestro intercesor tomará nuestras pobres, y erradas oraciones,y las interpreta correctamente por nosotros dándonos, no lo que pensamos que íbamos a recibir, pero algo mejor, ¡más divino!

Abraham buscó toda su vida, por una tierra que nunca recibió. Pero él recibió algo mejor en su intensa búsqueda, su fe fue creciendo con el tiempo, sus pensamientos y esperanzas se volvieron hacia las cosas espirituales, de las cuales las posesiones terrenales que buscaba eran sólo sombras.

Lo mismo ocurre en las oraciones donde pedimos cosas y tenemos esperanza de recibir inmediatamente lo prometido por Dios. Lo que buscamos, pero no recibimos. Mientras tanto estamos recibiendo bendiciones mil veces mejor. Recorremos los senderos viejos y transitados ​​de la tierra donde nos fatigamos en busca de supuestas bendiciones, pero estamos realmente escalando paso a paso en las escaleras invisibles, y alcanzando las bendiciones de las cuales las ilusiones terrenales eran sólo imágenes borrosas.