EL PODER DE LA ALABANZA

Dante Gabriel Rossetti (1828-1882) fue un reconocido poeta y pintor Inglés.

Un día, un anciano se acercó a él con algunas pinturas. Eran obras recientes del anciano. Él quería la opinión de Rossetti sobre la calidad de sus pinturas. Rossetti los examinó en detalle y encontró que ellas mostraban poco mérito y carecían de cualquier valor en venta. Siendo un artista muy amable, Rossetti explicó los datos sin herir los sentimientos del hombre viejo.

El anciano le dio las gracias por sus comentarios y luego produjo otra serie de cuadros antiguos, explicando que eran las obras de un artista joven. Rossetti estaba obviamente impresionado por la excelente calidad de la segunda serie de pinturas y le dijo al anciano que el joven era muy talentoso y tenía un gran futuro, brillante y prometedor y con el estímulo y la formación adecuada, él un día se convertiría en un mundial pintor de renombre, con excelentes y exquisitas contribuciones.

El anciano se conmovió mucho por estas palabras. Las lágrimas rodaban por sus mejillas arrugadas. Rossetti le preguntó sobre el joven artista. y preguntó, "¿Es tu hijo?"

El anciano respondió: "No, señor, el joven era yo mismo. Las pinté hace cincuenta años. Si alguien hubiera expresado una palabra de aprecio sincero en ese momento, ¡habría desarrollado mi talento correctamente y convertirme en un gran pintor en este tiempo!” Me desanimé en mis primeros años y renuncié a todos los intentos de desarrollar mis talentos. Por desgracia no hubo nadie que descubriera los talentos ocultos en él en sus primeros años.

Una palabra de reconocimiento puede hacer maravillas. El aprecio y aliento ha motivado y cambiado la vida de muchos y les ha permitido alcanzar el éxito y el crecimiento en su profesión.

El apóstol Pablo nos aconseja animarnos unos a otros. "Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” 
1 Tesalonicenses 4:18

"Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis." 1 Tesalonicenses 5:11

"También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos." 1 Tesalonicenses  5:14}.

"Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca." Hebreos 10:24 25