HACER LO CORRECTO

Las personas son más importantes que los horarios. Las personas son más importantes que los programas. Hacer de la gente una prioridad, significa poner a la gente primero. Esta es la manera en que Jesús vivió.

Esta es la manera en que Dios quiere que vivamos. Después de todo, son las personas las que reciben la salvación. Miqueas dice a la gente, Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. Miqueas 6:8

Hacer lo que es correcto es vivir con razón, como un padre, una esposa, o una sola persona en mi casa o lugar de trabajo. Significa responder acertadamente a un comportamiento incorrecto y juzgar con razón cuando surgen conflictos.

Tener misericordia significa que tengo una preocupación apasionada por aquellos que no pueden hablar por sí mismos para recibir justicia. Esta inquietud me puede llevar a participar en el ministerio de prisión, reuniones de padres, el reasentamiento de refugiados, o de interés práctico para las mujeres embarazadas o madres solteras. Tales actividades a veces tienen que venir antes de mi propia promoción profesional o la ambición.

Caminar humildemente con Dios se manifestará en mis trato a los demás estimandolos como mejor que yo mismo. Esto significará no empujar mi propia agenda o pisotear los esfuerzos de los demás. Estar a la altura de estos requisitos dará como resultado de mi trato a las personas como Cristo los trataría, velando por los intereses de los demás antes que las mías, y en general poniendo a las personas primero día a día.

Poner a la gente primero le hará más como Jesús, que siempre se aseguró que sus relaciones, primero con Dios y luego con la gente, son las principales prioridades.
—Jill Briscoe

Filipenses 2:3-5
3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;

4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.