LA JUNGLA

¡Es una jungla allá afuera! Y para muchos, la esperanza es escasa. ¿Qué se necesita para restaurar su esperanza?

Aunque las respuestas son abundantes, tres vienen rápidamente a la mente. La primera sería tener a alguien que conoce el camino de salida. Y es de ese alguien que usted necesita visión. Alguien que te mira de frente y dice: "¡No te des por vencido! Hay un lugar mejor que esto." Lo más importante, es que usted necesita dirección. Si usted tiene una persona con una dirección que te puede llevar al lugar correcto, entonces usted tiene a ese alguien que puede restaurar tu esperanza. Ese alguien es Cristo.

Para usar las palabras de David en el Salmo 23: "Él restaura mi alma!" Dios, nuestro Pastor, ¡se especializa en devolver la esperanza al alma! La soledad disminuye porque hay compañerismo. La desesperación disminuye porque usted tiene visión. La confusión comienza a disiparse porque usted tiene dirección. Tenga en cuenta usted no ha salido de la selva. Y la situación puede que no haya cambiado, No ha cambiado, pero usted si ha cambiado. ¡Usted tiene esperanza!
—Max Lucado

JEHOVÁ ES MI PASTOR

Salmo 23
1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.

2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.

3 Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.