ESTÉ ALERTA, ESTÉ EN LA MIRA

Un evangelista con elocuencia estaba describiendo el constante conflicto y la guerra que había tenido que librar contra Satanás durante toda su vida. Una persona del público se levantó y comentó: "He sido miembro de esta iglesia durante cuarenta años. Nunca he conocido a este Satanás y nunca he tenido ninguna ocasión para pelear con él ". El evangelista respondió con humor: "Tú estas correcto. Ciertamente, cuando dos personas se mueven en la misma dirección, ¡no hay necesidad de luchar contra la otra!"

El nombre de Satanás se menciona con más frecuencia que la de los ángeles en los sermones populares. Muchas personas asumen erróneamente que Satanás es igual a Dios en poder. Satanás es el ángel caído cuya fuerza es insignificante comparada con el creador omnipotente, Dios. Pero tenemos que buscar la gracia de Dios para ser salvado de las malas tentaciones del diablo.

El apóstol Pedro nos advierte en 1Pedro 5:8,9, “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.”

El apóstol Pablo nos aconseja en Efesios 6:11, “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. ”

El apóstol Pablo enumera las virtudes que sirven como nuestra armadura:
Efesios 6:14-17
14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.

El hombre estaba bajo la esclavitud del pecado. Jesús nos redimió y nos hizo hijos de Dios.

Gálatas 4:3-5
3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.
4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Jesús ofrece liberación verdadera y completa para el hombre.

El apóstol Pablo dice en Gálatas 5:1, “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud."