LA PACIENCIA TIENE BUEN FRUTO

Esta es una historia totalmente ficticia. Un barco avanzaba en la noche. Había niebla espesa por todas partes y la visibilidad era muy pobre. La nave perdió su rumbo y se trasladó hacia el este. El capitán y la tripulación estaban vigilantes y muy alerta porque se estaban alejando de su curso. De pronto vieron una luz en la distancia. Miraron cuidadosamente y se alarmaron, ya que se estaba desarrollando directamente hacia ellos. El capitán estaba seguro de que se trataba de otro barco que había perdido su rumbo en la niebla pesada.

Enviaron un mensaje severo a la otra nave que aparentemente se les acercaba rápidamente “Desviar su curso veinticinco grados al Norte de inmediato o ustedes nos golpeará." La respuesta fue rápida y aguda. “No podemos cambiar nuestro rumbo. Usted debe girar veinticinco grados al Sur de inmediato “. El capitán se puso furioso.

Él gritó con enojo: "Este es el capitán que le advierte. Cambie su curso hacia el norte para evitar una colisión ".

La respuesta fue frenética, "No hay manera, capitán. Este es un faro. Vire hacia el Sur para que puedan salvarse”. El capitán se dio cuenta del peligro y la gravedad de la situación.Dejó su ego y rápidamente giró el barco lejos de la costa a tiempo y evitó un accidente grave por su acción oportuna.

Nos comportamos como el capitán cuando insistimos en que otros deben cambiar su curso a nuestra conveniencia. La situación puede convertirse en explosiva debido a la terquedad de las personas involucradas.A menudo, una solución a un conflicto es fácil si uno está dispuesto a sacrificar su egoísmo.

Dale Carnegie dice en su libro “Cómo ganar amigos e influir en las personas” que nadie gana en una discusión y que la mejor manera de ganar una discusión es evitarla.

Actuar con flexibilidad en nuestro comportamiento puede ayudar a evitar argumentos serios en la vida, sobre todo en la vida familiar.

No hay excusa para la ira injustificada; que puede provocar su caída. Espere y sea paciente, y más tarde se alegrará que usted lo hizo.

Proverbios 25:28
Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.