Un pajarito se sintió atraído por los movimientos rápidos de la cometa. El ave desafió a la cometa para una carrera por alcanzar aún mayores alturas. La cometa siguió en silencio el ave, pero se convirtió casi estacionario a una altura estable. El pájaro voló de regreso a investigar la causa de la interrupción inesperada de la cometa.
El pájaro se sorprendió al ver que el cometa estaba tirado por un niño hacia él utilizando una cuerda sujeta a la cometa. Como el ave no estaba al tanto de mecanismo de ascenso y estabilidad de la cometa, él asumió que ha sido capturado en una trampa y que el niño estaba tratando de capturarlo.
El pájaro tonto decidió rescatar la cometa de su difícil situación y rompió la cuerda con una picadura fuerte con el pico liso y lo puso totalmente libre Pero la cometa perdió el equilibrio, control y estabilidad. Descendiendo desordenadamente tras el viento y la gravedad, aterrizó en un árbol alto.
El pájaro se sorprendió al ver la cometa enredado en las ramas del árbol y gritó en voz alta, invitando a reanudar la carrera. Al no ver respuesta, el pájaro salió de la escena, preguntándose por el destino de la cometa.
El tirón de la cuerda es la fuerza impulsora detrás de ascenso y estabilidad de la cometa. Pero para una persona ignorante, la cuerda puede parecer un obstáculo para el progreso de la cometa. Condiciones adversas en la vida tienen un papel similar en la formación de nuestra personalidad y el destino. Se dice que la adversidad es la mejor universidad de nuestra educación y la formación.
Nuestra vida se estabiliza por la atracción de varias cuerdas. Las enseñanzas de Cristo y las Sagradas Escrituras, el susurro de la conciencia de seguir el camino recto, las instrucciones de nuestros padres, maestros y otros simpatizantes y de las normas del Estado y la sociedad son las cuerdas que nos mantienen en un estado estable físicamente , mental, emocional y espiritualmente. Aprendamos que no se trata de bonos que restringen nuestra libertad o de obstáculos a nuestro progreso. Son esenciales para nuestra buena marcha y sostenido a la perfección y santidad.
La libertad no es el derecho a hacer lo que queramos, pero la libertad de hacer lo que debemos hacer. Las reglas se enmarcan para que nuestra libertad sea completa y justa. El sacrificio voluntario de los derechos de la persona es la base de la vida social pacífica. No hay libertad sin limitaciones, no hay libertad sin responsabilidad. Los preceptos de Dios y las leyes de nuestra nación no restringen nuestra libertad, sino que hacen que nuestra libertad sea una realidad.
Cicerón dijo: "Somos esclavos de la ley para que podamos ser libres."
El apóstol Pedro aconseja: Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. 1 Pedro 2:15,16
El apóstol Pablo nos advierte: Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. 1 Corintios 8:9
Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Gálatas 5:13
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