Dos ranas estaban jugando alegremente en un terreno pantanoso. Saltaron y saltaron, pero de repente resbalaron y cayeron en un pozo profundo. Las ranas gritaron pidiendo ayuda y saltaban una y otra vez para salir del pozo. Pero fallaron cada vez. Al oír sus gritos, varias ranas se acercaron al pozo y miraban en él. Ellas vieron los vanos intentos de las ranas intentando escapar de la fosa. Al ver la profundidad del pozo y perdiendo toda esperanza, le dijeron a las ranas en el pozo que no tenía sentido ir a saltar y gastar su energía, ya que era imposible escapar.
También le dijeron que la mejor opción era dejar de saltar y permanecer en el pozo esperando su destino. Algunas ranas mayores miraron al cielo y encontraron algunas nubes oscuras. Sugirieron que las ranas se pusieran a esperar en el pozo por la lluvia que probablemente llenaria el pozo con agua y hacer su escape posible. Advirtieron que debían estar preparadas para cumplir con su destino si la lluvia se retrasaba.
Al oír estos comentarios desalentadores de las ranas ancianas, una de las rana se deprimió. Perdió toda esperanza y se rindió sin ningún intento más. Aceptando el fracaso, se acostó en la parte inferior del pozo, completamente agotada y en espera de su destino en un amargo silencio.
La otra rana continuó su intento de saltar repetidamente con plena confianza y aumentaba con vigor, a pesar de los comentarios negativos de las personas mayores. subió más y más con cada intento y, finalmente, saltó fuera del hoyo con éxito. Fue recibida con un gran aplauso. Las ranas le preguntaron por qué trató de saltar varias veces ignorando sus palabras y sus advertencias desalentadoras.
Ella les dijo: "Mis oídos son muy débiles por eso no podía entender lo que gritaban desde arriba. Pensé que estaban aplaudiendo mis intentos y estaba animándome a seguir saltando. Sus sonidos y gestos impulsaron mi confianza así que pude tener éxito en el final. Muchas gracias.
Por su sordera inherente confundió su consejo adverso como agradecimiento y aplauso. Ello dio lugar a su éxito.
Una palabra de aliento tiene poderes extraordinarios. Que pueden hacer maravillas. Pero un comentario desalentador pueden conducir a la destrucción de iniciativas y el fracaso final.
Vamos a animar y fortalecer a los demás.
El libro de Proverbios dice que la muerte y la vida están en poder de la lengua: La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. Proverbios 18:21
Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina. Proverbios 12:18
El corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios. Proverbios 16:23
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